Producto orgánico de buena solubilidad en agua caliente. Se utiliza como aglutinante de esmaltes, sobre todo en la preparación de éstos para la monococción.
Su uso está recomendado en engobes y en cristalinas de monoporosa. La cantidad de CMC a añadir al esmalte varía según las necesidades, entre un 0,1% y 0,5%